sábado, 24 de julio de 2010

Máscara de cuerpo completo

Me quito la máscara
la descuelgo de mi rostro
la arranco de mis senos
de mi sexo
la extirpo de entre
los dedos del pie
la despojo de mi espalda
y la cuelgo en el armario.
A veces me pregunto:
¿Habrá que lavarla?

martes, 20 de julio de 2010

Poesía




Poemas de Tanya Cosío, Marco Fonz y Carlos Edmundo de Ory.

Paul Celan "Todesfuge (Death Fugue)" Holocaust Poem Animation




Paul Celan

Madre mía, pienso que tú eres una madre
como lo era la madre de Paul Celan...
¿Madre mía, cómo es posible que asesinaran a tantas madres?
Madre mía, ayúdame a comprender
cómo la mano se vacía sobre el agua
cómo una gota puede correr sobre el corazón de la rosa y dejarla intacta.
Enséñame la diferencia entre una gota y otra que caen de distinto lacrimal.
Madre mía, Paul Celan tenía una madre.
Madre mía, Paul Celan tenía un padre.
Padre mío, dime cómo siendo Padre
permitiste que a tus hijos Padres
que a tus hijas Madres
un viento las condensara.
¿Es que tú no existes Padre?
¿Es que tú no existes Madre?
Por la madre, el padre, y el hijo Celan
Oro
Oro por sus versos
Oro por sus llantos
Oro por tantos
cuerpos incinerados delgados que como llagas se elevan bajo tu sombra.
¿De cuáles sombras brota tu sombra?
¿Bajo cuál luz tus ojos dejarán de ser oscuros?
¿Cuántas Madres y Padres yacerán bajo tu yugo?
¿Cuántos hijos caminarán bajo el espectro que no alumbra y sin embargo seca?
PADRE MÍO
¿Es que tú escuchas el llanto de mi Madre que bajo su propia sombra se acurruca?
Madre, hay muchas Madres y Padres que caminan bajo el sol...
¿Es bajo el sol que asesinan?
¿Bajo la miopía de la luna?
¿O es que el Padre y la Madre se quedaron tuertos y sólo a ellos se alumbran?
Es que está quieta la Tierra
mira en silencio el derrumbe
nadie calla y nadie grita
sólo los cuerpos derrumbados en polvo
entregan su cuota
para que alguien un día, se arroje
sobre el río
-a buscar-
no un guijarro sino la gota que cayó

sobre una rosa

-que fueron siete-

¿y que sobre un poema nos alumbran?
Madre, Padre
coloquen sus cabezas bajo la luz de Celan
que en versos nos alumbra
bajo la penumbra de su corazón.
Es a nuestro pueblo grande a quien canta
aunque otros se empeñen en diferencias
a fuerza de desgarrar gargantas y entrañas
digan –esto es distinto-
Y sólo sea una Madre y un Padre
de un Celan -Antschel- quienes cayeron.

¿Madre, a cuántos asesinan al día?
¿Padre, quién no era tu hijo?


Del plaquette Poemas para Poetas. Colección El Celta Miserable.
Ed: Letras de Pasto Verde, 2007

lunes, 12 de julio de 2010

KAREN VALLADARES. POETA HONDUREÑA

MIS OJOS

Mis ojos no son ya aquellas calles solitarias y muertas,
la piedra que golpea la tibia mirada que no observa.

No son los trenes que avanzan cargados de gente,
sin nombre,
sin cuerpo,
sin sombra,
sin sueño y sin amorío.

Mis ojos ya no cruzan la soledad,
aquella flor vacía que cae lento en cualquier agujero.
Ya no son lunas y cielos deshojados.
Ya no son
lágrimas, ni dolor.
Ni agua que se pudre en otras aguas.

Mis ojos

ya tienen un color y no precisamente el de la noche
.


Me vale verga todo

A: Mayra


No me angustia este poema triste, porque de verdad no me importa la tristeza,
así como tampoco me importan las canciones de despecho,
las canciones asesinas.

Hay temporadas en las que me hartan todas las cosas,
el amor, los vestidos y los accesorios; las voces
y los malditos amigos.

Empiezo a creer que es necesario morir de vez en cuando,
sin importar que nos extrañen.
Me entierro sola.
Te entierro sola
donde se pudran las estrellas y se cuajen los cielos de aburrimiento.

Pienso reivindicarme, reivindicar y matar a aquel cabrón
que un día me jodió la existencia con la suya.

Ya nadie quiere vivir en esta mierdisima vida de angustia y rutina.
Hay que crear un fin del mundo pronto
y poner como regla tácita y expresa: jamás volverá a existir ningún génesis.
Porque estoy segura que nadie quiere volver a vivir
y ser el mismo


Viene llegando la tarde

A: Rosemary, Nidia, Alma Lagos.


La tarde viene llegando,

sombría,

opaca,

media muerta.


Mi casa no tiene jardines, ni sol, ni sombra en los patios.

Ni voces en los pasillos. Me hiere profundamente la soledad de

las persianas

y todo el silencio me ahoga.

Aquí soy yo, allá, en otro sitio, me convierto. No sé en qué, pero

lo hago.


Aquí no vienen las palabras todos los días

o solamente los domingos.

Aquí no hay poesía en ningún sitio. Nadie olvida la distancia y

sus colores bipolares.



Aquí nada vale. Todo ha muerto. El silencio ha vuelto a

posesionarse de mi boca.


He amanecido sin querer a nadie. Voy yendo despacio a

cualquier parte donde mi voz reconozca tu nombre. Hay un

charco de silencio afuera de la casa ¿Y qué digo entonces? ¿Qué

pienso entonces?


La tarde no refleja nada.

Viene llegando la tarde: oscura, solitaria.

Viene rugiendo, como si en verdad fuese un monstruo.


Karen Valladares. Poeta, escritora, gestora cultural, critica de literatura, abogada. Obras publicadas: Ciudad inversa, y publicaciones en diferentes periódicos del país nacional y extranjero, antologada en: Sociedad Anónima, Honduras, 2017 nuevos poetas contemporáneas de América latina, miembro fundador del movimiento de literatura poetas del grado cero, ex miembro del grupo taller Máscara suelta, y del taller literario Edilberto Cardona Bulnes, miembro fundador y coodirectora de la revista de literatura Metafora, miembro de la Asociación nacional de escritoras de Honduras, miembro del colectivo Artistas en resistencia contra el golpe de Estado de Honduras.


domingo, 11 de julio de 2010

Para Tadeusz Rósewicz (Radomsko,1921)


Tadeusz

Sí es posible la humanidad después de la Soah, Tadeusz
sí que es posible con tus viejas hermosas Rosewicz
sí que es posible la humanidad después de Acteal
después de Hiroshima después del GULAG después de Irak.
Sí que la humanidad es posible mientras existas
mientras la flor palabra no se marchite
mientras los árboles y los niños sigan brotando de aldeas y ciudades.
Sí que es posible la humanidad querido Tadeusz porque la humanidad
también es la Soah y antes y después
porque la humanidad es la sangre.
Bulgakov ha dicho: donde la sangre cae crecerán viñedos.
Tan sólo es posible la humanidad y el humano
mientras exista el vino y nos lleve a los tiempos iniciales
donde a las mujeres los hombres nos arrastraban
nos comíamos entre nosotros y ni moral ni religión ni sueños ni muerte
existían.
De eso hace siglos tantos que ya olvidamos que un día empezamos
sobre la Tierra que aún no terminamos
y que la humanidad es posible mientras un humano sangriento cruel veraz
amable viejo hermosa silencioso pequeño gigante insincero o bocaza
exista.
Siempre la humanidad es posible después de antes de primero que último de
porque la humanidad es la caída de la gota silenciosa
la gota primera donde la fuente se deshace y de allí nace
el humano. La humanidad es una cuestión primera de dos
donde nace otro o más.
La humanidad está en la cama en el lecho de los jardines automóviles o pisos
de allí crece y se vuelve menos o más humana.
Pero la humanidad es el nacimiento el abrir las piernas nacer en medio de sangre
cubiertos en sangre desmantelados en sangre.
Y lo primero es lo último, irse también en sangre, animales yertos
con ojos oblicuos mirando de nuevo a la humanidad.
Lo atroz no es la Soah ni la guerra ni los delirios colectivos ensañados.
Lo brutal es no darnos cuenta de cuánta sangre llevamos de cuánta saña.
La humanidad completa es el GOLEM. Una parte de nosotros accionó en la Soah
otra parte de nosotros reacciona ante la flor y la palabra.
Toda una parte de mí se conmueve ante tu CUENTO SOBRE LAS VIEJAS FEAS
mientras toda otra te responde: es posible la humanidad mientras poetas como tú existan.



Del plaquette Poemas para Poetas. Colección El Celta Miserable.
Ed: Letras de Pasto Verde, 2007

Carta abierta a Shakespeare





Querido Hamlet:

La miríada de insectos te consumía.
Ay, pequeño Hamlet, creías
que el Olimpo estaba en la tierra
que los pasos son tan altos
como el aire que consumen.
Ay, pequeño príncipe-Rey
a veces me miro en tus ojos
y descubro la inutilidad del alba
la destreza de la noche
para consumir todo lo que brilla.
El juego era más pequeño, más quieto
un pequeñísimo juego para un pequeño
príncipe un pequeño rey una pequeña reina
un pequeño mundo: Éste.
Te creías en el campo de los gigantes
que vivías un tiempo maduro
donde los frutos tenían que crecer y consumirse
sin ser devorados.
Ay, pequeñísimo Hamlet fruto de Shakespeare
fruto del fantasma del hermano y la cuñada
tanto has existido que de la mano del gran poeta
has contado tu historia.
La historia de los que miran de tú a las estrellas
no cabe en un mundo tan pequeño
en lugares con mirar tan estrecho
en caminos que del alba al despertar desaparecen.
Tú, mar tormentoso que te deshacías en Dinamarca
en Inglaterra en el viaje tortuoso de la dignidad
que le apostabas al aire como si el aire
en su complicidad espantosa con el árbol
no arrancara las raíces completas de las cabelleras
no se atreviera a azotar los más límpidos cabellos de Ofelia.
Ay, mi queridísimo pequeño Hamlet
tus pasos tan grandes en tan pequeñas parcelas de tierra no cabían,
tus lanzas coloradas tu sangre envenenada
envenenar quería al globo terrestre.
Los venenos que aquí se consumen son tenues
bifurcados bien señalados por los orificios de los oídos.
Tus grandes venenos, que compartes con el poeta, ésos, los sueños,
aquí no caben, porque este es un pequeñísimo juego
que a diario se juega en campo llano en estadios repletos
de quienes gritan porque otros van tras la pelota.
He allí el juego verdadero, el que tú, Shakespeare,
el que tú, Hamlet, no sabes jugar: el fútbol.
El correr unos contra otros, coludir con árbitros
involucrados con quienes alrededor arracimados
se desgañitan y desgarran, por lo que algunos hasta se matan.
Ah, príncipe, cómo matar por un reino cómo llorar por un muerto.
Ah, poeta, cómo hablas del amor, del odio, de los celos, de incomprensión
si este mundo es tan pequeño, pequeñísimo, que el mundo entero
se juega por una copa de fútbol.


Del plaquette Poemas para Poetas

miércoles, 7 de julio de 2010

LA QUE ANDA (Penélope rompe la tradición)

He andado los caminos los sueños
he andado y mis rodillas casi rotas
pueden denunciarlo.
he andado y casi he caído.
mi caída sería más brutal
que el ángel caído
que Lilith
sin pecado cometido
sino el original.
fracasé en todo
lo que me ha sido impuesto.
no he sido la mujer que debía ser
ni la hija no he sido madre
ni buena esposa ni buena amante
ni hermana ni amiga
ni siquiera soy una buena enemiga.
soy un tanto de carne empecinada
un canto de flores estremecidas
un cuerpo que se encontró un día
a la orilla de un camino
y no supo qué más hacer
que caminarlo.
he sido y soy
la flor que nunca terminó de abrirse
que a fuerza de ponzoña de golpes
y escupitajos
aprendió andar a gatas
a enredarse entre los maderos
del padre asesinado.
y se encaja alfileres en cada pétalo
para llenar agujeros que cada mano deja
que cada beso labra sobre su piel.
soy la red extendida sobre la playa
que queriendo atrapar peces
ha conseguido granos de arena.
la mar que se enamora
del golpeteo de sus ojos.
pero mi caída no es tal
el vacío no existe
es un continuo discurrir:
lo otro y los otros.
y ante tanta brutalidad
me decido a descender
sobre la piel del paraíso
sobre la carne tierna
de un mundo que empieza a nacer.
a lamer cada alfiler
arrancado con la sangre
de su sangre
a llenarme arena
para ser reloj.
contar un nuevo tiempo
un tiempo que inicia
un tiempo
que se eleva.
red que vuela
vuelco que al reconocerse
se abraza.
no he sido ni he dado
lo que de mí han esperado.
pero soy
la que espera.
la que espera.
la que espera.
y en esa espera
el tiempo me ha cambiado.
y ahora soy
la que cuenta las horas
la que lleva el brío y el caballo.
SOY ULISES ODISEO
la que se lanzó al mar
soy la sirena
que se convirtió en capitana
soy la pirata.
la que manda.
la que conoce.
LA QUE ANDA.

martes, 6 de julio de 2010

Puertas



cuántos días he sido
una paria
una vagabunda.
cuántas noches
no he sabido
dónde dormir
qué comer
dónde aposentar
mis huesos
a veces temblorosos
de tanto no saber.
cuántas veces
he tenido
que orillarme
en la esquina
del corazón
para que el viento
en su desdén
correcto
al humano
no me golpeara
con su crueldad
animal.
cuántas veces
he dejado
de ser
para seguir
siendo
la que soy.
una vagabunda
una paria animal
un juego
que se convierte
en rito
un rito
que algún
día
será
MITO.

lunes, 5 de julio de 2010

Sólo para ser justos

Para hacerle justicia al árbol
sólo para ser justos,
cada hoja donde se escribe
un poema
debería tener unas cuantas ramas
por donde se filtre la luz
alguna ardilla subiendo
por el tronco de la tinta
y uno que otro pájaro
cantando.