jueves, 28 de octubre de 2010

Adriana Calcanhotto -- Devolva-me - Clipe Oficial

Jadea un tic/tac/tic/toc

Una tristeza/incalculable/
un vacío/extraño/
una acumulación/de dolores/
la incapacidad/para vivir/
para/entender/
es/alarmante/
ajena/ajena/ajena/
con una ajenitud/que no pertenece/
a nada/
a nadie/
soledad/humanamente/absurda/
sensación/despojo/abandono/
un tic/tac/interminable/profundo/
jadea/en mis entrañas/
la niña/escondida/en lo abisal/
asustada/de nuevo/sorprendida/
de ver/el sol/la luna/
cuando todo/debería/
haber/terminado/ya

domingo, 24 de octubre de 2010

Te regalo mis cobijas y mis risas

Te regalo/mis cobijas/
mis risas/
hago resonar/
nuestra risa/
en tu corazón/

aparta/
tu tristeza/
no dejes/
que se acerque/
tanto/

soy eso/veneno/
que desbarata/todo/

///yo/// muy lejos/

derribaste/
nuestros caminos/

pero hay cientos/
miles/
millones/
de lugares/
para caminarse/

te regalo/mis cobijas/
te regalo/tus risas.

sábado, 23 de octubre de 2010

MANOS


Me he buscado en google/twitter/facebook/en las páginas rotas de cada diario/en las entrañas de cada calle que he recorrido/en cada ciudad//país//pueblo//casa//hábitat// en las manos de cada ser que se ha cruzado a mi paso/me encontré/en mis vidas pasadas/en otros planos/ahora lo sé/por fin puedo quedarme callada//un poco//unas manos pequeñas//unas manos sin líneas//de vida y muerte//han pedido que me quede/y me quedo/para que cuando llegue/me encuentre.

viernes, 22 de octubre de 2010

Pa quien no sabe: "Crónica de una muerte anunciada" "Un tranvía llamado deseo" y "Cuatro cuartetos" los escribió... tarán.. José Emilio Pacheco!!!

Durante la entrega de la "Medalla al Mérito en las Artes" por parte de los diputados mexicanos a José Emilio Pacheco, Christian Vargas dijo que la obra literaria de este autor por la "que se quita el sombrero" es "Crónica de una muerte anunciada". Pero esto no es lo más... ¿extraño? Edith Ruiz Mendicuti, "Presidenta de la Comisión de Cultura de la ALDF" también presumió las grandes obras escritas por este insigne escritor mexicano: "Un tranvía llamado deseo" y "Cuatro cuartetos". Las cuales, sorprendentemente también, ¡han sido traducidas al inglés!. Pero lo que más me gusta es lo soñadores que pueden ser algunos escritores: Tennessee Williams (1911-1983) soñó que escribió "Un tranvía llamado deseo". T. S. Elliot (1888-1965) soñó que escribió "Cuatro cuartetos" y García Márquez, en esta tónica del sueño, pues también se puso a soñar, y escribió: "Crónica de una muerte anunciada". No cabe la menor duda de que este país, con este tipo de declaraciones, es un país de ensueño. El surrealismo que Breton decía conforma a este país... me deja una duda... ¿a qué se refería con esto? esto significará ir al sur de la realidad, o surrar zurrar en cada realidad (zurrar surrar una manera vulgar y un poco arcaica que aún se utiliza por tierras jaliscienses de vez en cuando, y por lo visto, en todo el país) por lo menos esta comisión de cultura hace gala de esta forma en que se denomina a la expulsión excrementicia.

José Emilio Pacheco, autor de Alta traición. Hermoso y terrible poema multicitado, que por lo visto en las curules de cultura no conocen. Tendremos que decirlo aún millones de veces hasta que resuene en los oídos de estos diputados. Necesito citarlo además porque coincido con él a pesar de estos... ¿cómo llamarlos? errores de dedo... de lengua... de no lecturas... de menosprecio, falta de atención y respeto hacia lo que generan los escritores, los artistas, en esta patria. Venga:


Alta traición


No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.







miércoles, 20 de octubre de 2010

hambre

Tengo hambre. Siempre he tenido hambre. Como tod@s nací con hambre. No sé si tod@s sigan con Hambre. Nada ni Nadie ha podido saciar mi hambre. Ningún cielo, ningún infierno, ningún sueño deseo o pesadilla. Nada. Ninguna ignorancia, ningún conocimiento ha sido paliativo para mi Hambre. Nadie. Tengo Hambre. Hay quienes se acostumbran a vivir con hambre. Esa es la peor de mis hambres. Acostumbrarme al Hambre. No me resigno. Seguiré hambrienta. Seguiré en el Alambre.

domingo, 3 de octubre de 2010

INVOCACIÓN A MARINA/NON SERVIAM/A QUIEN PRETENDA///ROMPERME///


En cada viaje/algún poema/flor/silencio/me acompañan/Invoco/ a mi querida/ Marina Tsvietaieva/me acompañe/al siguiente/ puerto/avión/camino/botas/que atraviesan/ los tentáculos/ del destino/vamos/MUJER/que aquí andamos/las libres/que terminamos/ahorcadas/encerradas/enmanicomiadas/NON SERVIAM/al hombre/ hombres/mujeres rotos/que se empeñan en romperme/¡MARINA!/acompáñame/MI AMAZONA/llévame/a buen puerto/tibio/a unos brazos/que de verdad/abracen/ven, Marina/desde el MAR/que nos somos/MARINA/llévame/donde mi cuello/no lo partan/ni quiera yo/partirlo/llévame, Marina/suave/a/LA VIDA.




Un poema de Marina

El poeta

"
El poeta trae de lejos la palabra.
Al poeta lo lleva lejos la palabra.

Entre sí y no, por baches indirectos
de parábolas, signos, planetas,
hasta lanzándose desde el campanario
agarra un garfio, pues el camino del cometa

es el camino del poeta. Casuales eslabones
ése es su enlace. Mirar las estrellas
de nada sirve! en el calendario
no se pronostican los eclipses del poeta

él es el que desordena los naipes,
falsea el peso y las cuentas,
el preguntón en el pupitre,
el que a Kant para el arrastre deja.

El que en el pétreo foso de la bastilla
es como un árbol que crece en su belleza...
aquél de huellas siempre desaparecidas,
él que es el tren al que cualquiera
llega tarde,
su camino es el de los cometas.

El camino del poeta arde pero no calienta,
arranca pero no cría, estalla y se quiebra.
Tu camino es el de enredadas cabelleras,
no pronosticado en el calendario del poeta.
"



Marina Tsvietaieva. Nació en Moscú. Después de que su marido fue fusilado y su hijo enviado a trabajar en un campo de minas, se ahorcó un 31 de agosto de hace muchos años o pocos, dependiendo la perspectiva. Padeció el horror de Stalin y el de los nazis. Padeció y gozó la piedra fundacional del SER poeta.