Me hubiera gustado pertenecer a algún grupo: ideológico, político, social, sexual, literario, teatral, filosófico, en fin... estar de algún lado para acompañarme con los demás... pero no. No pertenezco a ninguno. Lo he intentado demasiadas veces y he terminado inmersa en caos excesivos. Así que me resigno o por mejor decir, termino de acostumbrarme. A no ser tibia y sin embargo no estar con nadie y a la par en todo. Es una sensación extraña que ya extrañaba. Cuando vine por primera vez a Chiapas fue así. Llegamos en una caravana zapatista algunos que habíamos participado en la huelga de la UNAM. Al llegar a territorio zapatista fui cuestionada fuertemente. Y no por la comandancia, ya que me recibieron de una manera maravillosa a pesar de no tener ni credencial de elector ni ningún tipo de identificación y a pesar de decirles que mi padre y madre son de filiación priísta y que en mi familia por lo menos yo no conocía a nadie que fuera ni siquiera del PRD y que la mayoría oscilaban entre el centro y la derecha. Por supuesto que esto hizo que creyera de forma inmediata en ellos. Puesto que me permitían conocerlos y los otros, los que trabajaban menos y han trabajado menos, fueron los que me criticaron. Varias personas que estaban en los campamentos de una forma acuciosa se esforzaban por saber a qué ONG o en qué grupo a quién a dónde pertenecía. A lo que respondí que yo le pertenecía al mundo y que no tenía ninguna preferencia en particular sino por los que hablan, los que pelean, los que buscan algo, los que sueñan, y por supuesto algunos se burlaban y otros creían que era oreja o algo así.
Un día llegué a esta tierra sin conocerla ni saber nada de ella. Un tiempo después regreso y ahora estoy conociendo "el otro lado" ahora ya tengo todos esos papeles que en aquel entonces no tenía. Pero de nuevo no tengo grupos ni filiaciones de ningún tipo. De nuevo respiro completa y todo el aire de las montañas de San Cristóbal lo aprisiono en momentos de forma egoísta para que me limpie y llegue hasta mis reencarnaciones anteriores y hasta los planetas de los cuales he venido saltando de forma despiadada o hermosa. Me gustan los que arden. He tenido la fortuna de encontrarme con alguien que arde de continuo y que tampoco pertenece a nada, a nadie, ni le importa quedar bien con nada ni con nadie y que le gusta vagar con el corazón y con los labios: ABEL. Tampoco le importan los grupos de ningún tipo ni sueña con cosas pequeñas como trascender con una obra o como quedar en la historia de nada ni de nadie sino con el TODO y la NADA. Escribirse y reinventarse de continuo. Realmente me siento afortunada. Lo encontré. Tanto había buscado y tantos golpes me di y me dieron que creía ya no lo iba a encontrar. Me siento bien de no tener que condescender con nada ni con nadie. Eso sí, "A mi trabajo acudo con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho donde yago". Trabajo en bibliotecas, trabajo para el municipio de San Cristóbal y al conocer el "otro lado" descubro que no están tan lejos los unos de los otros. He tenido también la fortuna de conocer grupos "marginales" e "institucionales" he podido ver los colores de todas las uñas y ahora puedo decir, con toda la fortaleza de mi alma que Confieso que he vivido y que Confieso que hay seres hermosos en todos los sitios que he pisado y que hay seres terriblemente egoístas y violentos defendiendo causas que no le pertenecen a nadie sino al viento. Hay una evolución esperando que la volteen a ver. Son pocos los que le hacen caso, algunos ya estamos en el camino pretendiendo sino saberlo todo por lo menos sí vivirlo todo o soñarlo todo o escribirlo todo o actuarlo todo pero sin odio, buscar el punto exacto la clave de la sonrisa del que AMA. En este camino extraño también he descubierto que los actores están actuando los escritores están escribiendo los pintores pintando los escultores esculpiendo los vagos escupiendo y la VIDA esperando. Creo que por eso pasan y pasan tantos y tantas que son apenas como gotas de agua que caen a un charco creyendo que ya lo hicieron todo. Yo no creo que he hecho todo ni siquiera que he hecho nada puesto que eso sería aún más grandioso. Simplemente sé, como me dijo mi queridísimo amigo Constantino de la Cruz, que he emergido como el Ave Fénix, con todo lo lugar común que esto puede implicar pero con toda la grandeza de la voluntad de saber que las formas de vida no son cárceles de las que no se pueda salir. Mi camino sigue evolucionando y me atreví a romper con terribles vicios que ni siquiera me pertenecían. Ahora, el AMOR ha suavizado y fortalece cada paso que me atrevo a dar. Siempre supe que el ser humano es mucho más amplio e inteligente de lo que nos hacen creer que somos y que no necesita de ninguna sigla ni filiación para serlo. Siento cómo crecen enormes, las alas que ahora me hacen sobrevolar planetas y volver a ver como siempre había visto. Creo que durante mucho tiempo estuve en una especie de cárcel o que un maniquí o algo parecido era lo que caminaba con mi nombre y yo siempre estaba atrás, escribiendo, soñando, yo a mí, me dejaba bajo resguardo, como en una personalidad maniática que se subdivide. Así que esa otra mí que me soy ahora me cuenta todo lo que veía mientras mis ojos carnales casi estaban deseando dejar de ver. Me ayudé soy a mí en el momento oportuno y justo cuando lo necesitaba. Estos días he recordado a Alí Cuevas, creo que por estos tiempos más o menos se cumplen dos años de su asesinato, y recuerdo el grupo que nació a raíz de esto: "Alí somos todas, el amor no mata". Y eso apenas lo he descubierto del todo. El amor no mata y el AMOR además, te ayuda a vivir, a ser, a cantar por las mañanas por las tardes y las madrugadas. He conocido por fin la POESÍA y la BELLEZA que habita al Universo. Por fin sé a qué sabe AMAR. Y quiero compartirlo así que también estoy colaborando con la Dirección de Equidad de Género que acaba de aparecer por acá. Todos los gobiernos y todos los ayuntamientos son criticados y el solo hecho de trabajar con ellos es terrible ante muchos ojos. No me importa. Sé que amo el aprehendizaje. Hasta me he atrevido a ser mi propio experimento así que ahora sé también a qué sabe la violencia y a qué sabe haber salido de ella y me gusta hablarlo e intentar que otras, que otros, estén concientes de que es real que se puede vivir de otra forma, que no sólo el dolor es lo natural. Desde niñ@s nos enseñan a sufrir, en diversas religiones el sufrir es sinónimo en ocasiones hasta de pureza. Pero siempre, eternamente, hay que MUDAR. Hay que mudarse para nunca quedarse muda, hay que quedarse muda sólo cuando descubrimos las caricias con las que siempre habíamos soñado. Y hay que atreverse a ser cursi de vez en cuando. Si tuviera que elegir algún grupo o pertenencia, sería al de los que AMAN. Cada día le nace un arcoiris a las manos de quien amo y con todos esos colores salgo al sol al viento y a la lluvia para que me toquen con el AMOR profundísimo que le nace a todo aquel a todo aquello que se atreve a SER.
Un día llegué a esta tierra sin conocerla ni saber nada de ella. Un tiempo después regreso y ahora estoy conociendo "el otro lado" ahora ya tengo todos esos papeles que en aquel entonces no tenía. Pero de nuevo no tengo grupos ni filiaciones de ningún tipo. De nuevo respiro completa y todo el aire de las montañas de San Cristóbal lo aprisiono en momentos de forma egoísta para que me limpie y llegue hasta mis reencarnaciones anteriores y hasta los planetas de los cuales he venido saltando de forma despiadada o hermosa. Me gustan los que arden. He tenido la fortuna de encontrarme con alguien que arde de continuo y que tampoco pertenece a nada, a nadie, ni le importa quedar bien con nada ni con nadie y que le gusta vagar con el corazón y con los labios: ABEL. Tampoco le importan los grupos de ningún tipo ni sueña con cosas pequeñas como trascender con una obra o como quedar en la historia de nada ni de nadie sino con el TODO y la NADA. Escribirse y reinventarse de continuo. Realmente me siento afortunada. Lo encontré. Tanto había buscado y tantos golpes me di y me dieron que creía ya no lo iba a encontrar. Me siento bien de no tener que condescender con nada ni con nadie. Eso sí, "A mi trabajo acudo con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho donde yago". Trabajo en bibliotecas, trabajo para el municipio de San Cristóbal y al conocer el "otro lado" descubro que no están tan lejos los unos de los otros. He tenido también la fortuna de conocer grupos "marginales" e "institucionales" he podido ver los colores de todas las uñas y ahora puedo decir, con toda la fortaleza de mi alma que Confieso que he vivido y que Confieso que hay seres hermosos en todos los sitios que he pisado y que hay seres terriblemente egoístas y violentos defendiendo causas que no le pertenecen a nadie sino al viento. Hay una evolución esperando que la volteen a ver. Son pocos los que le hacen caso, algunos ya estamos en el camino pretendiendo sino saberlo todo por lo menos sí vivirlo todo o soñarlo todo o escribirlo todo o actuarlo todo pero sin odio, buscar el punto exacto la clave de la sonrisa del que AMA. En este camino extraño también he descubierto que los actores están actuando los escritores están escribiendo los pintores pintando los escultores esculpiendo los vagos escupiendo y la VIDA esperando. Creo que por eso pasan y pasan tantos y tantas que son apenas como gotas de agua que caen a un charco creyendo que ya lo hicieron todo. Yo no creo que he hecho todo ni siquiera que he hecho nada puesto que eso sería aún más grandioso. Simplemente sé, como me dijo mi queridísimo amigo Constantino de la Cruz, que he emergido como el Ave Fénix, con todo lo lugar común que esto puede implicar pero con toda la grandeza de la voluntad de saber que las formas de vida no son cárceles de las que no se pueda salir. Mi camino sigue evolucionando y me atreví a romper con terribles vicios que ni siquiera me pertenecían. Ahora, el AMOR ha suavizado y fortalece cada paso que me atrevo a dar. Siempre supe que el ser humano es mucho más amplio e inteligente de lo que nos hacen creer que somos y que no necesita de ninguna sigla ni filiación para serlo. Siento cómo crecen enormes, las alas que ahora me hacen sobrevolar planetas y volver a ver como siempre había visto. Creo que durante mucho tiempo estuve en una especie de cárcel o que un maniquí o algo parecido era lo que caminaba con mi nombre y yo siempre estaba atrás, escribiendo, soñando, yo a mí, me dejaba bajo resguardo, como en una personalidad maniática que se subdivide. Así que esa otra mí que me soy ahora me cuenta todo lo que veía mientras mis ojos carnales casi estaban deseando dejar de ver. Me ayudé soy a mí en el momento oportuno y justo cuando lo necesitaba. Estos días he recordado a Alí Cuevas, creo que por estos tiempos más o menos se cumplen dos años de su asesinato, y recuerdo el grupo que nació a raíz de esto: "Alí somos todas, el amor no mata". Y eso apenas lo he descubierto del todo. El amor no mata y el AMOR además, te ayuda a vivir, a ser, a cantar por las mañanas por las tardes y las madrugadas. He conocido por fin la POESÍA y la BELLEZA que habita al Universo. Por fin sé a qué sabe AMAR. Y quiero compartirlo así que también estoy colaborando con la Dirección de Equidad de Género que acaba de aparecer por acá. Todos los gobiernos y todos los ayuntamientos son criticados y el solo hecho de trabajar con ellos es terrible ante muchos ojos. No me importa. Sé que amo el aprehendizaje. Hasta me he atrevido a ser mi propio experimento así que ahora sé también a qué sabe la violencia y a qué sabe haber salido de ella y me gusta hablarlo e intentar que otras, que otros, estén concientes de que es real que se puede vivir de otra forma, que no sólo el dolor es lo natural. Desde niñ@s nos enseñan a sufrir, en diversas religiones el sufrir es sinónimo en ocasiones hasta de pureza. Pero siempre, eternamente, hay que MUDAR. Hay que mudarse para nunca quedarse muda, hay que quedarse muda sólo cuando descubrimos las caricias con las que siempre habíamos soñado. Y hay que atreverse a ser cursi de vez en cuando. Si tuviera que elegir algún grupo o pertenencia, sería al de los que AMAN. Cada día le nace un arcoiris a las manos de quien amo y con todos esos colores salgo al sol al viento y a la lluvia para que me toquen con el AMOR profundísimo que le nace a todo aquel a todo aquello que se atreve a SER.
San Cristóbal de las Casas, Chiapas
2011
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