He andado los caminos los sueños
he andado y mis rodillas casi rotas
pueden denunciarlo.
he andado y casi he caído.
mi caída sería más brutal
que el ángel caído
que Lilith
sin pecado cometido
sino el original.
fracasé en todo
lo que me ha sido impuesto.
no he sido la mujer que debía ser
ni la hija no he sido madre
ni buena esposa ni buena amante
ni hermana ni amiga
ni siquiera soy una buena enemiga.
soy un tanto de carne empecinada
un canto de flores estremecidas
un cuerpo que se encontró un día
a la orilla de un camino
y no supo qué más hacer
que caminarlo.
he sido y soy
la flor que nunca terminó de abrirse
que a fuerza de ponzoña de golpes
y escupitajos
aprendió andar a gatas
a enredarse entre los maderos
del padre asesinado.
y se encaja alfileres en cada pétalo
para llenar agujeros que cada mano deja
que cada beso labra sobre su piel.
soy la red extendida sobre la playa
que queriendo atrapar peces
ha conseguido granos de arena.
la mar que se enamora
del golpeteo de sus ojos.
pero mi caída no es tal
el vacío no existe
es un continuo discurrir:
lo otro y los otros.
y ante tanta brutalidad
me decido a descender
sobre la piel del paraíso
sobre la carne tierna
de un mundo que empieza a nacer.
a lamer cada alfiler
arrancado con la sangre
de su sangre
a llenarme arena
para ser reloj.
contar un nuevo tiempo
un tiempo que inicia
un tiempo
que se eleva.
red que vuela
vuelco que al reconocerse
se abraza.
no he sido ni he dado
lo que de mí han esperado.
pero soy
la que espera.
la que espera.
la que espera.
y en esa espera
el tiempo me ha cambiado.
y ahora soy
la que cuenta las horas
la que lleva el brío y el caballo.
SOY ULISES ODISEO
la que se lanzó al mar
soy la sirena
que se convirtió en capitana
soy la pirata.
la que manda.
la que conoce.
LA QUE ANDA.
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